Alguna vez que hayas pasado por una tienda de alimentación te habrás encontrado, seguramente, con cafés que se calentaban sin necesidad de microondas ni herramientas extras. Simplemente girando la base de la "taza" se conseguía calentar el café que ésta contenía. Puede parecer magia, pero es ciencia.
Al girar la base del contenedor (taza en la que se vende dicho café) lo que sucede es que en el interior de dicha base, la cual se encuentra en un compartimento separado al que contiene el café, se produce la mezcla de una sal y agua. Esta disolución de dicha sal en el agua da lugar a una reacción que libera calor, conocida como reacción exotérmica. Es el calor generado por dicha reacción lo que consigue calentar el café situado en el compartimento superior. Una vez caliente el café, ya podemos disfrutar de un café calentito.
Pero en otras tiendas, o incluso en las mismas que las que podemos encontrarnos los previamente mencionados cafés, podemos encontrarnos con bolsa que producen frío y que nos podemos aplicar cuando sufrimos una lesión, a fin de aliviar el dolor. Estas bolsas se basan en el mismo principio que los cafés, solo que en este caso, la mezcla de componentes, en concreto, de nuevo, la disolución de una sal en agua es una reacción endotérmica, la cual requiere calor para producirse, cogiéndolo del entorno y haciendo que sintamos como el contenido de la bolsa se enfría.
Pero, ¿qué reacciones son aquellas que he mencionado?
En el caso del café, la reacción exotérmica generalmente es la de disolución de óxido de calcio (CaO) en agua. Aunque en otras aplicaciones, como la de bolsas que se calientan, se emplee cloruro de calcio (CaCl2) como sal. La disolución de ambos compuestos en agua da lugar a reacciones que generan calor. En el caso de las bolsas que enfrían, se suele emplear nitrato amónico (NH4NO3) como compuesto a disolver en agua.
Estos casos son ejemplos claros de como se pueden aplicar nociones básicas de química en aplicaciones del día a día que pueden parecer curiosas y que pueden solucionarnos el día. Sino que se lo digan a aquella persona que a las 3 de la madrugada en una carretera en medio de la nada, en invierno y con temperaturas frías, desee tomar un café calentito en la tienda de la gasolinera en la que va a repostar.